Me enloquecen las colchas. Y aunque en el taller hacemos todo tipo de cosas con el patchwork, los almohadones, los manteles, los bolsos... sólo cuando haces una colcha comprendes porqué el patchwork engancha de una manera tan fuerte. Y es que ninguna labor produce una sensación de orgullo, de satisfacción con una misma, tan grande como la que tienes al terminar un quilt y ponerlo encima de la cama. Es brutal. Lo miras y dices, bueno... esto lo he hecho yo. Y miras ese bloque que hiciste mientras estuviste en cama con gripe, y el otro que cosiste a toda prisa porque "la quiero acabar ya" y ese que hiciste mientras se te cocía en el horno aquella tarta tan buena, y ese que tu chico te dijo que le gustaba mucho cómo había quedado... y así cada bloque tiene su historia especial, y esa colcha pasa a formar parte de tu vida.
Esta es la última colcha de mi mami. Es preciosa. Tan limpia. Clara. En la foto no se vé, pero está toda acolchada a mano con hilo de perlé azul. Una pasada. Se la he pedido para mi cama, pero si, si... que me quiere mucho y todo eso, que si... vamos, que ná de ná.
Y os enseño la Hattie de Rosa,
Con sus colores particulares, huyendo del rosa y el pastel, ya veis, queda la mar de bonita.
Y así de chulo le quedan los cuatro, cinco contando con los corazones, primeros bloques montados con el sashing de cuadritos. Es que van a quedar unas pedazo de colchas...
Y como no, acabo hoy como he empezado, con una colcha, una señora colcha hecha por Juani, un quilt hecho con la técnica del log cabin, montado en forma de piña...
Oooooooole, colcha! Una pasada. Qué bonita, por Dios.
Un besitos a todas! Buen finde!
Que chulas todas!
ResponderEliminarWonderful work.
ResponderEliminarGrit from Germany
Gracias! Thank you so much!!!
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